Para ser competitiva, una empresa necesita un equipo de trabajo eficaz, convencido del proyecto y que dé lo mejor de sí en busca de las metas de la organización. Para lograrlo, el líder y su forma de dirigir son fundamentales.
Dos estilos de liderazgo son el transaccional y el transformacional. El primero se centra en el cumplimiento de las tareas, la recompensa y la sanción; el segundo prioriza la comunicación, la motivación y la libertad de innovar para conseguir objetivos.
En función de las necesidades de la empresa y de lo que se desea conseguir de los empleados, será más práctica una u otra elección.
Qué es el liderazgo transaccional
El liderazgo transaccional establece metas claras y asegura que se realicen. El líder aplica recompensas y sanciones para motivar a los trabajadores a cumplir con sus asignaciones y los objetivos establecidos.
Este modelo se basa en la autoridad, en la estructura jerárquica y se caracteriza por la claridad en las expectativas y la supervisión constante. Su pilares son:
• Claridad en los procedimientos a seguir en las tareas, lo que mejora el rendimiento.
• Se centra en objetivos a corto plazo.
• Premia los logros y castiga la falta de compromiso.
• Mantiene la estabilidad en la organización, sin modificar reglas y políticas.
• Motiva a su equipo por sus propios intereses.
Características del liderazgo transformacional
En el liderazgo transformacional, el líder inspira y motiva a su equipo para alcanzar metas a largo plazo. Otorga a sus colaboradores un amplio espacio para innovar y crear soluciones a favor de la empresa.
Desarrolla el potencial de cada miembro y fomenta una cultura de colaboración y compromiso. Está abierto al cambio, además de proporcionar una dirección clara y una visión compartida. Las características de este modelo son:
• Resalta la buena organización y capacidad de escucha.
• Prioriza el trabajo en equipo.
• El líder ofrece formación y motivación para alcanzar los objetivos.
• Destaca la confianza, la comunicación abierta y la empatía.
• Fomenta el aprendizaje y el desarrollo.
• Promueve cambios y nuevas formas de gestión.
El liderazgo transaccional y el transformacional son diferentes. Cada líder debe detectar las necesidades de su empresa y elegir cuál de estos estilos dará mejores resultados.
